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jueves, 7 de junio de 2007

mi primer fic

Capítulo 1

Dudas

Al llegar a la antigua mansión de los Riddle con Snape, los hermanos Amycus y Alecto, Fenrir y el hombre lobo Greyback. Draco estaba muy confundido con las últimas palabras de Dumbledore.

Ya no sabía que hacer, estuvo a punto de matar a Dumbledore pero ¿qué pasó? ¿por qué no lo mató? ¿Qué le hizo bajar la varita? Muchas preguntas que se atochaban en su cabeza desde que salio corriendo de la torre mas alta de Hogwarts

En verdad, hace tiempo que dudaba sobre su condición de mortífago, eso desde que escucho a Amycus y a Bellatrix decir que Lucyus Malfoy ya no le era útil al señor de las tinieblas, que sus errores eran muchos y que no valía la pena ir a salvarlo de Azkaban. No podía entenderlo, después de todo lo que su padre había hecho, todas las veces que se fue y lo dejo solo, todo para que reviviera el señor de las tinieblas y ahora… no lo podía creer. Después de haber escuchado esa conversación, Voldemort le había ordenado esa difícil misión, y no era difícil el hecho de matar a Dumbledore, es que si no resultaba su familia moriría, incluso él.

Pero ¿por qué ahora tenia dudas sobre la vida que siempre había tenido? Creció oyendo que a la sangre impura no se debería aceptar en el mundo mágico, que ellos eran unas de las pocas familias de verdadero linaje en el cual no se había traicionado a la sangre, que lo mejor que le había pasado al mundo mágico se llamaba Voldemort; y ahora, ese nombre solo significaba yugo y presión, pero sobre todo, confusión.

Lo único que sabía con certeza era que le repugnaba Harry Potter y todos sus amigos que le habían arruinado la vida a su familia y le traían todo tipo de desconcierto.

Además las palabras de Dumbledore complicaban más las cosas en sus cabezas.

-Draco

-si, que pasa- estaba recién despertando

-Draco, cariño, despierta- era Narciza Malfoy.

La noche la pasó en las ruinas de los Gaunt, pero era solo por esa noche. Quería irse lejos, desaparecer.

-Draco –era Snape quien entraba a una sucia y roída habitación –tienes que vestirte de inmediato, he cambiado la mente de los otros mortífagos, creen que tú mataste a Dumbledore, al igual que el señor de las tinieblas

-Gracias Snape, ¿dónde iremos con los del ministerio persiguiéndonos?

-No lo sé, pero el señor de las tinieblas quiere hablarte

-Yo iré con él –dijo Narciza

-sólo quiere hablar con Draco

- mamá, no te preocupes, iré solo- dijo él no muy convencido.

La señora Malfoy quedó mirándolo con el ceño fruncido

-está bien

- ten cuidado –dijo Snape – El señor de las Tinieblas sabe entrar en tu mente.

Capítulo 2

Difícil decisión

Draco se levantó y fue de inmediato a la mansión Riddle.

Estaba muy confundido aun, sabía que tendría que tomar una decisión pronto, por el bien de su familia y de él. De todas formas, tendría que dejar al Señor de las Tinieblas, pero lo que le preocupaba era saber que haría después, no se podía unir a los del ministerio, sería muy humillante, estar junto a Harry, o los Weasley… de solo pensarlo le daba nauseas.

Sin darse cuenta ya estaba en la puerta de aquella vieja pero gran casa, en donde el tiempo se hacía notar y la hierba corrompía todo su interior.

No fue necesario golpear, o avisar que había llegado, pues la puerta se abrió de inmediato. Un mortifago encapuchado y enmascarado lo condujo a donde se encontraba Voldemort; Draco sentía un leve escalofrío en su cuerpo, no sabía si era por el miedo que le causaba el que el Señor de las tinieblas descubriera que había fallado, o por la cantidad de dementores que estaban alrededor.

-buen día Draco –dijo Voldemort

-buen día señor- contestó, Draco, entre intrigado y amedrentado

-sé que Dumbledore ha muerto, has hecho un buen trabajo,-habló satisfecho- eres más competente que tu padre, al parecer.

-gracias señor, pero solo era lo que usted me había ordenado, y eso fue lo que hice –Draco sacó una confianza en si que no había sentido hace mucho tiempo.

-veo que tienes agallas, eso me gusta mucho, y es muy útil para ser un buen mortífago, como creo que serás

-no es necesario tanta alegoría, solo hice lo que cualquiera hubiera hecho, como mi padre lo hubiera hecho.

- no metas a tu padre en esto,- habló alterado- él está en Azkaban, debes entender que en la vida estás solo, la familia es sólo un estorbo para tus propósitos, todo lo que necesitas, es poder, nada más.

-está bien, seguiré su consejo, señor –Draco lo dijo con un poco de resentimiento, pero no podía hacer nada, tendría que ser muy cauteloso en sus movimientos, y no valía la pena arruinar el plan para desligarse del Señor de las Tinieblas con una tontería como esa..

-Draco, te puedes ir, solo quería saber tu opinión sobre tu primer trabajo como mortifago.

-bueno, no es nada fuera de lo que tendré que hacer siempre, si no me equivoco

-no te equivocas, bien, puedes irte, el ministerio debe estar buscándote a ti y a Narcisa. Hay un lugar cerca de pequeña Hangleton por el lado rural en donde pueden estar tranquilos por un tiempo, ese recinto esta protegido por sortilegios que yo mismo he puesto ahí. Ve con tu madre al anochecer, los guiará Snape.

-está bien, iré para allá, gracias por su preocupación señor

-siempre me preocupo por las personas que son fieles a mi, Draco, que no se te olvide. Ahora vete

-si señor, adiós.

Draco se marchó sin saber bien cuál sería su próximo paso, tenía que huir, pero ¿A dónde iría?, eso no lo podía saber, nadie de los que conocía lo alejaría de Voldemort.

Fue a las ruinas de aquella casa, que, por algún motivo, Voldemort encontraba muy importante. Ahí se encontró con su madre y Bellatrix, su tía, quienes estaban hablando, pero al llegar él, se callaron de inmediato, su madre mostraba una cara muy preocupada, que hizo que Draco se estremeciera.

Éste saludó y le dijo a su madre que tenía que hablar con ella enseguida, que la esperaba en la habitación, y se marchó, necesitaba pensar, y su tía lo perturbaba mucho, nunca confió de ella, siempre encontró que trataba de dominar mucho a su madre, y eso no era muy bueno, además, era muy precipitada en sus acciones.

Estaba en su habitación cuando volvió a reflexionar sobre las palabras de Dumbledore, en estos momentos solo había dos bandos, y él tenía que decidirse por uno, no había una tercera opción…

Entonces ya tenía una decisión tomada, Dumbledore le dijo que podían protegerlo a él y a su madre, y que su padre ya estaba seguro en Azkaban, ya sabía lo que tenía que hacer, el problema era lo que su madre decidiera.

Capítulo 3

Cambio

Draco escuchó cuando su tía se despedía de su madre, ya era hora de que le dijera lo que pensaba hacer a Narcisa.

-¿Qué querías hablar conmigo cariño? –dijo Narcisa, con un rostro demacrado y cansado

-tenemos que huir, ahora, tenemos que protegernos –Draco estaba muy pensativo, como hablando solo para si

- ya lo se, el ministerio esta encima de nosotros, pero el Señor de las Tinieblas nos va a ayudar

- no mamá, a él no le importa eso, pronto se dará cuenta de que no fui yo quien mató a Dumbledore, a Voldemort no le interesa como estemos nosotros, solo le importa que hagamos el trabajo sucio por él. Hasta dudo de que sea un gran mago, sólo quiere que Harry Potter este solo para así poder matarlo, pero de esa forma es muy fácil, no hay que ser un gran mago para derrotar a un enemigo cuando esta débil y solo.

Narcisa lo miraba con cara de preocupación y de interés, no sabía que su hijo pensara así, pero tenía una cuota de cierto lo que decía

-amor –dijo Narcisa con cara compungida- no podemos traicionar a Voldemort, tiene que sacar a tu padre de ese lugar y… - Draco no la dejo terminar, su rostro se había trasformado, de sus ojos destellaban la rabia y la desilusión que le provocaban esas palabras

-¡¡ que no ves que a él no le importa lo que le pase a Lucyus Malfoy!!-dijo Draco gritando a su madre- ¡¡solo le importa ser el más poderoso, y que se rindan a sus pies, no le importan los demás!! Mi padre es solo un estorbo, ya lo utilizó…

-hijo, no digas eso, además, que podemos hacer, no tenemos alternativa –Narcisa miraba a su hijo con los ojos llorosos

-te equivocas, Dumbledore dijo antes de morir que nos podía proteger, que solo tenia que pasarme a su bando

-¿estas loco?, y mezclarse con esa gente, no puede ser, es peor que estar aquí

-pero es la única alternativa. Voldemort me ofreció ir a un refugio que él tiene protegido, pero temo que nos matará, podemos ir a la Orden del Fénix, nos ayudarán, no existe otra forma, son los mortifagos o los aurors, elige, pero si te quedas acá te mataran con mi padre, y lo sabes.

-no nos creerán- Narcisa se veía interesada en las palabras de su hijo, de todos modos, su hijo tenía razón.

-no te preocupes, Dumbledore no estaba solo, cuando lo vi tenía dos escobas a su la do, y después que salimos alguien paralizó a un mortifago que había subido.

-está bien, cuando iremos- Narcisa ya estaba convencida

-antes de que llegue Snape, a las 10.00 tendremos que salir, muy cautelosamente.

-así será, confío en ti hijo… pero ¿tu padre?- interrogó Narcisa

-él esta seguro en Azkaban, no te preocupes-

Draco estaba decidido, esa noche se unirían a la orden, le daría toda la información que requirieran, con la condición de que liberan a su padre.

Capítulo 4

De Mortifago a Auror

Era las 9.45, ya era hora de salir, la noche estaba fría a pesar de que era verano, esa neblina espesa que se pega a los vidrios producida por la gran cantidad de dementotes que se estaban reuniendo.

Era un buen momento, Snape iría a las 11.00 p.m. a recogerlos, así que aun no había mortifagos cerca, era seguro para escapar.

Salieron sigilosamente por el bosque, y llegaron a un camino, no sabía bien a donde irían. Luego pensó en un lugar moggle, recordó un lugar en donde vivían mujeres de caridad que quedaba cerca de Londres, cría que el nombre era como Abadía, y las mujeres se asían llamar monjas; su padre siempre le decía que era el lugar mas seguro por si querían huir.

Se aparecieron cerca de ese lugar junto a su madre, ella solo seguía a su hijo. Tocaron una campana que se encontraba cerca y en unos instantes llegaron dos monjas, una muy vieja y la otra algo mas joven.

-si hermanos, ¿en qué lo podemos ayudar?- dijo la mas vieja mujer

-necesitamos un lugar en donde pasar la noche- dijo Draco con falso acongojamiento- hemos perdido todo lo que teníamos, y no sabemos donde ir por esta noche

- está bien, pasen, les daremos algo para comer y unas habitaciones en donde podrán descansar.

Draco y su madre pasaron, ya estaban seguros por esa noche.

Mientras tanto, en pequeña Hagleston, Snape le decía a Voldemort que los Malfoy habían escapado, a este no le sorprendía, pues sabía que Draco no era de confiar, y además, ahora tendría un verdadero motivo para matarlos a los tres.

Draco, en la habitación de la abadía, pensaba en como ubicar a la orden del fénix, solo conocía a Ron y a Harry, no era conveniente ir donde los Weasley, pues eran muchos, tendría que pedirle ayuda a Harry Potter, al ser que mas repugnaba, pero no existía otra solución.

Al otro día en la mañana, muy temprano, pidió mandar un mensaje, por algo llamado telébrafo o telégrafo, escribió una nota breve y la dirigió al número 4 de Privet Drive.

Harry, desde que volvió a casa de sus tíos, que no podía estar tranquilo, pronto se iría a la que fue su casa, para saber su pasado y encontrar los holocruxes que quedaban por destruir. De pronto, escuchó a su tía gritar que había un telegrama a su nombre. Harry, muy intrigado, se preguntaba quien le podría haber mandado un telegrama, pues sus amigos o cercanos se comunicaban con él por medio de lechuzas.

Vio el telegrama que decía:

Ayúdame, nos juntamos en la salida de tu casa, hoy a las 12.00 de la noche, te espero.

D

Harry no confió mucha de esa nota, pues podría ser un mortifago, pero si iba a estar en la salida de su casa, no tendría mucho que perder.

Draco, le dijo a su madre que esa noche se tendrían que ir, que ya había mandado un mensaje a un miembro de la Orden del Fénix.

Esa era su última alternativa.

Ya era de noche, sólo faltaban diez minutos para las doce, Harry esperaba poyado en la ventana del living, para ver a la persona que vendría, y que necesitaba su ayuda, los Dursley estaban durmiendo, así que no se percataron de que Harry estaba abajo, de pronto, se dio cuenta de que dos figuras encapuchadas se habían aparecido frente a su casa, harry no pudo distinguir quienes eran, pero no le resultaban muy familiares. Salió de la casa en forma silenciosa, y se acercó a las personas que se encontraban ahí. Cuando estuvo cerca de esas raras personas estas se sacaron la capucha entonces no pudo creer que eran Draco y su madre, de inmediato sacó su varita, sabía que ese mensaje era una trampa

-no hagas nada Potter –dijo Draco con vos pasiva –solo quiero tu ayuda a cambio de información

-por qué tendría que creerle a un mortifago que estuvo a punto de matar a Dumbledore – dijo Harry sin sacarle la mirada de ensima y apuntándolo con la varita

- tu eras el que estaba ahí, debiste estar con tu capa invisible, solo vengo a cobrar las últimas palabras de Dumbledore

- yo no soy tan ingenuo como él, mira lo que le pasó por confiar en Snape

- eso es verdad, pero o maté a Dumbledore, no soy un mortífago

- no lo creo, además, tu madre si lo es –dijo harry mirando a Narcisa

- si en verdad esto fuera una trampa, ¿crees que estaríamos aquí los dos solo?

En eso tenía razón Draco, si en verdad fuera un atrampa, no estarían ahí solos, menos frente a su casa

-es verdad, pero no entiendo lo que quieres- dijo Harry no muy convencido

- derrotar a Voldemort y liberar a mi padre de Azkaban

- ¿y qué ganaría la orden ayudándote?

- mucha información, como por ejemplo, en donde esta Voldemort

- tendría que hablar con la orden

- pero Dumbledore me dijo que si me pasaba a su bando él y la orden me ayudaría… lo sabes bien, tu mismo lo escuchaste –dijo Draco perdiendo un poco la paciencia

- si, pero no confío en ti

- y yo tampoco en ti Potter, pero eso no es lo que importa

- esta bien, ¿en donde se están hospedando? – dijo Harry bajando la guardia, pues ya no lo atacarían

- estábamos en un sitio moggle, pero no nos podíamos quedar mucho tiempo ahí

- vayan al 12 de Grimmauld place, ahí estarán seguros por un tiempo

- esta bien, espero que de verdad nos ayudes, y que no sea una trampa, o si no… no va a haber información

-no te preocupes, no acostumbro a traicionar – dijo Harry con un poco de odio, pues aun le dolía que Snape hubiera matado a Dumbledore, y en eso tenía culpa Draco

Harry de inmediato mandó una lechuza a casa de los Weasley, hablando en clave sobre Draco, la respuesta llegó al otro día muy temprano, pues los Dursley aun no despertaban.

No te preocupes, lo aceptamos, no habrá problemas, cuídate

O.F.

Harry fue a donde se encontraba Draco y su madre, para decirles que no había problemas en que estuvieran en la Orden del Fénix, pero que lucyus aun no podía salir en libertad, pues estaría mejor en Azkaban que afuera.

Draco ya había dado el primer paso, ahora solo tenía que dar la información que quisieran, y tener que aguantar a esos <> y a los Weasley.

Capítulo 5

Otra vida

Draco, Narcisa y Harry fueron a la casa de los Weasley, en donde tendría lugar una reunión de la Orden para ver si Draco era de fiar. Se aparecieron cerca de la Madriguera y fueron caminando hasta la casa. Para Draco, era muy asqueroso tener que estar ahí, era muy repugnante esa casa toda mal hecha, con ese patio… todo le producía rechazo, pero no había otra alternativa, tendría que acostumbrarse a ese lugar deplorable.

Llegaron a la casa en donde estaban los magos de la Orden, se sentaron en una mesa larga que se encontraba en la cocina, esta reunión era fuera de lo común, pues además estaban presentes, Ron, Hermione, Ginny y Harry.

-buenas tardes -saludó Draco a los que se encontraban ahí

- bien, empecemos la reunión –dijo Tonk, no le agradaba mucho la presencia de los Malfoy, como a todos lo que se encontraban en ese lugar

- siéntense, Draco y Narcisa, tendrán que tomar veritasetum, por favor –dijo Molly Weasley

Draco y su madre solo se miraron, no podían oponerse, y aceptaron con la cabeza, los dos bebieron un trago de esa poción transparente que le habían pasado, después de eso, empezaron a hacerle las preguntas sobre quien los habían mandado, y que querían. Todos quedaron convencidos que decían la verdad, pues era obvio que Voldemort no quisiera saber de los Malfoy, ya habían cometido muchos errores.

Al final de esa reunión se quedó de acuerdo en que Draco y Narcisa serían de mucha ayuda para poder derrotar a Voldemort, pero que no se les confiaría muchas cosas, pues aprendieron la lección con Snape.

Narcisa volvió a la casa de Harry (que le heredó Sirius), pero Draco se quedó en esa casa un poco más de tiempo, quería saber como harían las cosas, en que tendría que trabajar él y su madre. Mientras esperaba a Harry y a Ron, quienes le diría lo que tenían que hacer y cómo, se dio cuenta que Hermione miraba muy raro hacia donde se encontraba sus amigos, esa actitud Draco se la explico cuando entro Ron y Hermione dio un sobresalto y se sonrojó.

Nunca se había dado cuenta de Hermione, pues siempre le repugnó, pero ahora la encontraba distinta, sin saber el por qué. Pero no había tiempo de pensar en tonterías, solo quería saber como estaba su padre.

Después de saber lo que haría y como estaba su padre, fue en donde se hospedaban, junto a su madre. Ya en su dormitorio, pensaba en lo que sintió en aquella casa, era raro, pero Hermione le perecía interesante.

Capítulo 6

¿Sentimiento?

Desde ese día tenía que ver más seguido a Hermione, y cada día le perturbaba más, ya no había noche en que ella no apareciera en sus sueños, y eso lo confundía mucho, ¿cómo podría estar pensando en una sangre sucia como ella? Pero estaba así, ella le robaba el sueño cada noche, y la mirada todo el día, eso no lo podía entender, hasta que un día tuvieron que salir los dos a investigar si vigilaban cerca de la casa, pues tendrían reunión a la noche. Ahí estaban los dos solos, y Draco estaba demasiado nervioso con ella al lado, tanto que tropezó tres veces mientras miraban alrededor.

Hermione, ya cansada de que Draco tropezara lo retó y le dijo que tuviera mas cuidado, que los podían descubrir.

Draco no pudo aguantar al verla así, y le dio un beso en los labios, con tanto deseo, pero Hermione lo apartó.

-¿por qué hiciste eso? –dijo un poco entre confundida y enojada, Hermione.

-no lo sé… en verdad… solo quería saber que sentía si te besaba.-Draco estaba muy sonrojado.

-Draco, esto no puede ser… a mi me gusta otra persona

-¿es Ron cierto? –no sabía por qué, pero eso lo fastidiaba.

-eso no te interesa

- ahora si, ¿también te confundo, cierto?

- no se, es raro- Hermione miró a otro lado… verdaderamente no quería hablar de ello- en verdad nunca pensé que esto pasara, siempre has sido muy arisco conmigo, como soy una <> -en estas últimas palabras puso un especial énfasis

-si, eso lo sé, pero eso no quita que seas muy atractiva, y tu inteligencia es deslumbrante, ese traidor a la sangre nunca se dará cuenta de la mujer que tiene al lado, te lo puedo asegurar

- bueno,- la muchacha no quería seguir hablando- pero nosotros estamos aquí por otra cosa, nos estamos desviando de nuestra misión –dijo Hermione para desviar la conversación

Así terminaron el tema, pero no quedó cerrado, seguía dando vuelta ese beso en la cabeza de Draco y de Hermione, era en verdad raro, pero ¿qué se le podía hacer?… Hermione nunca se imagino estar con Draco, este, nunca se imaginó que se atrevería a darle un beso a Hermione, pero así sucedió.

Ya de tarde decidieron volver, solo se dieron cuenta de que había unos hechizos para identificar brujos y moggles, pero lo lograron deshacer. En la madriguera no hablaron mucho, solo unas miradas fugaces, que hacían ponerse nervioso a los dos. Esa noche, los chicos tendrían que hacer turnos de vigilancia, serían cuatro, el primero Draco y Hermione, el segundo, Ginny y Harry, el tercero sería Ron y Hermione y por último, Draco y Ginny. La noche era cálida, era ideal para estar disfrutando una velada bajo las estrellas, Draco intentó de todas formas de acercársele a Hermione, estaba dispuesto a estar con ella, pero Hermione estaba muy escurridiza y lo evitaba como podía.

-Hermione –dijo Draco ya cansado de ese juego absurdo –no puedes escapar siempre, es mejor hablar

-no es que escape, no hay nada de que hablar, eso es todo –Hermione no se atrevió a mirarlo a la cara

-sabes que eso no es cierto, o si no, no estarías así de nerviosa

-es que no te das cuenta de que me siento culpable por lo que pasó… yo quiero a Ron… desde 4º que lo quiero, ¿entiendes?

-pero igual no rechazaste mi beso…- Draco estaba enfadado al escuchar que Hermione sólo pensaba en Ron

-es que ese beso me confundió mucho, siempre me intrigaste, debe ser que no eras como decías -Hermione se sonrojó al decir eso

-entonces tengo posibilidades, intentémoslo, nada perdemos –Draco se acercó a Hermione y la abrazó por la cintura

-Draco no, no debemos…

Pero no pudo terminar la frase, Draco le dio otro beso, que no pudo resistir, Draco era para Hermione una atracción física muy grande, solo eso, pero no sabía por qué no podía resistirse a él, ¿era su forma prepotente de acercársele?, no tenía respuesta para esa interrogante, que le rondaba la cabeza mientras sentía los tibios labios de Draco en los suyos, pero de pronto se dio cuenta de lo que estaba haciendo

-¡¡¡Draco, no quiero que hagas eso nunca más!!! –dijo Hermione y le dio una bofetada

-pero…- dijo Draco, sorprendido de la actitud extraña de Hermione- que tiene de malo, sabes que soy mejor que ese Ron

-me da lo mismo, es a él a quien quiero, no a ti, no vuelvas a besarme-Hermione empezó a llorar

-no vale la pena que llores por ese tipejo, ¿es que no ves que él nunca se atreverá a estar contigo?-Draco estaba muy enfadado, no podía creer que ese estúpido siempre estuviera entre él y Hermione

-no… yo sé que él va estar conmigo, es solo que tiene miedo… nada más.

-no lo creo, mira lo que yo soy capaz de hacer por ti… en un día he hecho lo que él a desperdiciado por 6 años –Draco había adoptado una postura muy intrigante

-no lo entenderás nunca, él es distinto, siempre ha estado al lado mío, y yo siempre he estado a su lado, vas a ver, que nos queremos mucho con Ron… te lo aseguro

-¡¡¡ NOOOOOOOOOOO!!!!- Draco enfureció al escuchar esas palabras de Hermione

-ya chicos, terminó su turno –era la vos de Ginny, quien entraba al turno

-ya oíste, tenemos que entrar –Hermione ya se había tranquilizado, estaba segura de lo que haría, pero Draco estaba furioso, no podía ser que Hermione prefiriera a Ron, pero lo que mas lo enfurecía era el hecho de que no se la podía sacar de la cabeza así de fácil, como lo había hecho con Parvatil.

Entro muy rápido al comedor en donde estaba Harry, Ron y Ginny hablando animadamente

-listo, ya entramos, vayan a afuera –dijo Hermione tratando de no mirar a Draco

-está bien, vamos Harry –dijo Ginny animada, pues le encantaba hacer este trabajo, sobre todo, si estaba junto a Harry

-¿como están las cosas afuera? –preguntó Ron mirando la cara de enojo de Draco

-tranquilo –Hermione se acercó al asiento de Ron, se sentó al lado de él y le pidió que la abrazara, sólo para molestar a Draco

-pero esta muy tranquilo para ser normal, eso lo deberías saber Hermione, es obvio que hay espías –Draco la miraba fijamente

-no podrán entrar, eso pasa todas las noches que hay reunión, solo vigilamos que tan cerca están, las personas que vigilan son solo moogles, te lo aseguro

Draco no respondió, solo miraba como Ron estaba sonrojado por estar abrazando a Hermione

-dormiré un poco para la noche, despiértenme cuando me toque turno otra ves –Draco no se movería de la sala, Hermione no sería capaz de besar a Ron en presencia de él

-está bien, nosotros te despertamos

Draco no pudo dejar de pensar en Hermione mientras se quedaba dormido, necesitaba sacar a esa chica de su cabeza, por más orgulloso que fuese, reconocía que esa situación le dañaba mucho.

Despertó un poco antes de que empezara el turno de Ron y Hermione, ¿pasaría lago cuando ellos estuvieran afuera solos?, no lo sabía, pero no se podía quedar tranquilo, ¿sería capaz Hermione de declarársele a Ron? Tenía que saberlo.

-Ron despierta, ya toca nuestro turno –era Hermione, que se había quedado dormida abrazada a Ron

-está bien, ya estoy despierto, espero que Ginny y Harry en verdad hayan vigilado –Ron lo dijo en son de broma, pues tenía muy en claro lo que Harry sentía por su hermana menor, y también entendía el motivo por el cual se alejó de ella

-ya vamos a decirle a los chicos que se entren

-bien

Draco se despertó por completo, tenía que saber lo que pasaría, así que los vigilaría toda la noche, el único problema era harry y Ginny. Así que acercó una silla junto a la ventana, se quedaría ahí para escuchar lo que hablaran Ron y Hermione.

Mientras él trataba de escuchar (cosa que le fue muy difícil), escucho lo que hablaba Ginny y Harry

-… así tu lo quisiste, no es mi culpa- decía Ginny, con tono triste y en volumen bajito para que Draco no escuchara

-si sé, y no me arrepiento, por ti soy capaz de dar mi vida, no me gustaría que algo malo te pasara, mucho menos si lo pude haber evitado… pero te sigo queriendo mucho

-no me digas eso, es mejor que sigamos siendo amigos, no quiero que hablemos mas de este tema, me hace mal

-¿crees que a mi no me hace daño? –Harry se escuchaba muy triste -¿tener que verte y no poder besarte, solo estar como “amigos”?

-basta, en serio, mejor voy a dormir, tengo que hacer el último turno

Draco encontraba patético el “sacrificio de san potter”, por mucho que lo hubiera ayudado, le seguía cayendo mal ese tipo. Mientras pensaba en lo patético y lo mal que le caía Harry, escuchó unas voces afuera

-… solo quería hablarte Ron –era la vos de Hermione, que se escuchaba muy tierna

-bien, sabes que siempre puedes hablar conmigo Herm –draco identificó la vos de Ron

-esta noche es rara, no lo crees

-si, la tranquilidad que hay, pero me gusta mucho, me recuerda cuando era un niño y despertaba en noches así solo para pensar

-¿y en que pensabas?

-no sé, en muchas cosas… a decir verdad, aun lo hago

-a mi me pasa igual, pero cuando hay luna llena, se ve tan linda de mi pieza. Muchas veces me quedé dormida en el balcón

-jajajajaja, ya me lo imagino. Siempre que veo la luna llena me acuerdo de Lupin, eso desde tercero

-ja, si, es verdad, me da mucha pena que no pueda trabajar tranquilo… todo por culpa de esa Dolores

-si… en fin… ¿de eso me querías hablar? –se escuchaba un poco despreocupado Ron, mientras Draco curioso pensaba en que Hermione no sería capaz…

-no Ron, es de otra cosa

-pues bien, dime

-he –Hermione se escuchaba nerviosa – ¿Por qué te empezó a caer mal Vícktor?

-por lo cretino que es, mejor hablemos de otro tema –la voz de Ron se escuchó un poco enojada

-bien, es solo por la reacción que siempre tienes cuando se le nombra, nada más. Si te interesa saber, lo que tuve con él no fue nada en especial

-¿en verdad? No lo parece. ¿Para que me dices eso?

-no sé como explicarlo, en fin… sabes, tu eres una persona muy importante para mi

-tu también lo eres para mi –Draco no podía ver muy bien lo que pasaba afuera, pero le pareció que se acercaron, como para abrazarse

-bien, solo déjame terminar, tu eres unos de mis mejores amigos pero…

-Hermione, no entiendo lo que dices, y a decir verdad me confundes, ahora eres tan tierna, pero después, criticas todo lo que hago, y terminas hiriéndome –Ron se detuvo muy brusco en lo que dijo

-perdona, pero es que tu… bien, esto es difícil, tu… mas bien yo… -la vos de Hermione era muy intranquila y tartamudeaba muy seguido

-¿que me quieres decir? Hermione, en verdad, me confundes… no mentira, no me confundes, mucho más que eso, ¿sabes que te ves preciosa?

-¿que tiene eso que ver Ron? Solo quiero decir… ¿te parezco linda?

-he, bien ¿sabes? Te diré lo que eres para mi Hermione, ya no importa lo que pase, -Draco se sobresaltó, no quería que Ron le quitara a Hermione -decir que te encuentro linda es poco, para mi eres preciosa, me robas el sueño todas las noches, ¿quieres saber por qué me cae mal Krum?, es simple, nunca pensé que tu te fijarías en un muchacho, siempre te tengo cerca, y sentir que alguien te aleja de mi lado me hace enojar, y desde esa vez me di cuenta que tu eras mas que una amiga para mi. Hermione, yo…yo… ¿entiendes lo que digo?

-Ron, tu me gustas mucho, por eso corté con Krum- la voz de Hermione se escucho muy feliz, pero Draco en su asiento estaba echando humo por las oreja, no podía creer que ese idiota le quitara a Hermione

-¿Qué? –Ron lo gritó… y Harry y Ginny despertaron, sin darse cuenta se quedaron dormidos abrazados, y con los labios muy juntos

-eso, Ron… eres un tonto

-ves lo que digo… ahora ¿por qué soy un tonto?

-por que nunca te das cuenta de lo que siento por ti, al verte con otra el año pasado hizo que se me partiera el corazón, ese mismo día yo iba a hablar contigo, a decirte lo que quiero decirte ahora

-hermione, creo que nos estamos dando vueltas en cosas sin importancia… te quiero

Draco no pudo evitar el enojo, y sin darse cuenta se paró y salió para golpear a Ron. Ginny y Harry se sorprendieron por la actitud de Draco, así que lo siguieron.

Cuando draco salió ya era tarde, pues se encontró a Ron y Hermione dándose un beso, muy abrazados. Empuñó su manó, dispuesto a pegarle a Ron, pero escuchó a Harry decir

-¡¡¡en buena hora, por fin se dieron cuenta de que se gustan los dos!!!

-si ya era hora, por fin estamos juntos –dijo Hermione mirando a Draco que miraba a Ron con mucho odio

-los felicito, parece que esta noche es muy romántica, no lo crees Hermione –Draco lo dijo tratando de contener el enojo

-si Draco, tienes razón, no creo que eso te cause problema –Ron lo miraba con desagrado, pues no le caía nada bien.

-Bueno, su turno terminó hace diez minutos, vayan para adentro –dijo Harry muy contento por sus amigos

-que bueno, ahora le toca a Ginny y a Draco –respondió Ron

Draco estaba furioso y triste por lo que pasaba, había perdido a hermione, en verdad, nunca la tuvo. Pero no se la podía sacar de la cabeza, nunca le había pasado algo así con otra chica, siempre fueron pasajeras, y cuando se aburría de ellas las dejaba y listo… pero ahora, no podía hacer eso con hermione, tal vez era solo por el hecho que ella lo había dejado.

Ya no valía la pena estar así, de todas formas, Hermione nunca estaría con él, ya hizo lo que tenía que hacer, pero Hermione simplemente no lo quería, y contra eso no podía luchar.

- Draco, despierta –era Ginny que hace rato le hablaba – ¿qué pasa? ¿Escuchaste lo que te dije?

-a, no… disculpa, estaba pensando en otra cosa –dijo Draco, sin saber bien lo que estaba hablando

-que bien, pues tienes que ir por el otro lado, Ron dice que está demasiado…

-¡¡¡¡que me importa lo que diga ese estúpido!!!! –Draco no dejó que Ginny terminara la frase, la rabia que sentía solo al escuchar ese nombre era más grande que él

-solo lo decía para que tuvieras cuidado –dijo Ginny un poco extrañada por la actitud de Draco

-bien, gracias, pero sé cuidarme solo

Draco se fue al otro lado de la casa, estaba muy molesto, solo quería estar solo. Ahora tenía que pensar en él y su familia, aun no sabía que pasaba con su padre en azkaban, que pasaría con su madre y con él dentro de la orden, por el momento solo estaban ayudando en forma exterior. Mientras Draco pensaba en estas cosas, empezó a sentir un fuerte ardor en el antebrazo izquierdo, era la marca tenebrosa, estaban cerca, tenía que avisar a los otros. Pero no alcanzó, de pronto se oyó una voz

-Draco Malfoy –era Snape

-que quieres –contestó Draco desafiante

-niño, sacrifique mi vida por ti, te ayudé, puse en riesgo la confianza de de voldemort y lo mejor que haces es escapar. ¿Qué crees que vine a buscar?

-no te conviene estar aquí, lo sabes

-Draco, en verdad eres tan estúpido como tu padre

-¡¡no metas a mi padre en esto!! –Ginny se dio cuenta del grito de Draco, y fue a avisar a los chicos para que la acompañaran a ver que pasaba, salieron corriendo y se dieron cuenta que Snape estaba ahí y luchando contra Draco

-¡¡¡petrificus totalis!!! –gritó Harry, pero Snape lo esquivó, y arranco a instante

-¡¡¡cobarde regresa!!! –le gritó Draco, pues le enojó mucho lo que dijo de su padre

-¿estas bien Draco? –le dijo Ginny

-si no te preocupes… haaaaaaaaa… cuidado

-hu, lo siento, pero te alcanzó uno de los hechizos de Snape, solo te hirió

-gracias Ginny por avisar

-asi se trabaja en equipo Malfoy –dijo Harry en forma muy pesada

Draco al escuchar eso, se molestó mucho, y solo por molestar aprovechó que Ginny estaba cerca y le dio un beso en la mejilla

-muchas gracias Ginny

-¡¡¡imbécil!!! Te mataré –gritó Harry al ver el beso que Draco le dio a Ginny

-hey… tranquilo, que yo sepa ustedes no están juntos, no veo porque te molestas de esa forma –Draco se paró y se marcho, solo quería molestar a Harry y lo había logrado –no te alteres tanto Potter, te hace mal

-¿y tu Ginny? –Harry miró a Ginny con un acara de pena y traición

-lo…lo siento, mejor voy a subir, no me siento bien –Ginny estaba muy confundida con lo que acababa de pasar. Pero nadie se percató de la cara de enojo de Hermione, por fortuna de ella.

Capítulo 7

Dolor

Después de ese percance en la noche no tuvo mayores inconvenientes, la reunión terminó sin mayores problemas (solo las típicas discusiones de resolución).

Draco quedó muy preocupado después de lo pasado con Snape, lo estaban buscando, y ya sabían que él estaba con la orden, corría peligro, y pondría en peligro a la orden, eso no era bueno, pero no tenía salida, no tenía donde ir. Mientras reflexionaba en lo que pasaría escuchó una voz que le hablaba

-¿puedo hablar contigo? –era Ginny quien se acercaba a él

-si, no hay problema… creo –draco estaba en verdad preocupado por lo que pasaría

-es sobre lo de anoche, ¿por qué lo hiciste?

-para defenderme, Snape me iba a llevar a Voldemort y me haría decir lo poco que se de la orden –Draco se extrañó por esa pregunta, la respuesta era obvia

-no me refiero a eso Draco, sino al beso

-haaaa bien, solo era para agradecerte

-pero justo cuando estaba Harry y Hermione

-eso que tiene que ver

-se lo que pasa con Hermione, se te nota –dijo Ginny mirándolo a los ojos

-he, son cosas tuyas –Draco se estaba poniendo muy nervioso

-está bien, si quieres seguir siendo así de arisco no puedo hacer nada más, en la orden se trabaja en equipo, y los problemas entre nosotros se solucionan, no conviene que el grupo esté en constantes disputas, tenemos que luchar juntos

-pero eso a mi no me importa, solo quiero que esto termine… -no sabía por qué Ginny le causaba confianza

-mi familia depende de mi, y no se que hacer

-pero para eso estas aquí, todos estamos en peligro y debemos ayudarnos los unos a los otros

-no, siempre estaré solo, esto a mi no me gusta, es solo lo mejor

Draco se levando del sillón en el que estaba y se dispuso a marcharse, tenía algo que hacer muy urgente

-espera… no vale la pena que estés solo, si estas aquí es para ayudarte, sabemos el peligro que corremos, voldemort ya debe saber que tu esta aquí, y no por eso te dejaremos Draco

-gracias, pero hay cosas que solo yo debo hacer

Con estas palabras Draco se marcho, necesitaba información, y solo la podría encontrar en la mansión que alguna ves fue su casa.

Salió de la madriguera lo más rápido posible, y caminó por medio de unos matorrales que se encontraban a la salida, cuando vio que nadie se encontraba cerca se apareció al rededor de su antigua casa.

Estaba toda destruida, pues los mortifagos debieron ir a buscarlos ahí primero, entro por una puerta trasera que esta tenia. Dentro estaba todo revuelto, pero de seguro no encontraron lo que buscaban, pues los documentos que guardaba su padre estaban muy bien guardados, en un pasadizo secreto que había en su despacho. Fue corriendo al despacho, se acercó a la pared en donde estaba la entrada al pasadizo, tocó unas figuras estampadas en la pared y se abrió una puerta con una escalera subterránea, bajo a toda prisa y en efecto, los mortifagos no se habían percatado de esa habitación, abrió la puerta de una pequeña habitación, que mas bien parecía bodega; entró y sacó todos los documentos de los mortífagos que habían y un mapa con la ubicación de los horrocruxes de voldemort. Era mejor que esos documentos estuvieran en manos de la orden. Revisó toda la pequeña habitación por si encontraba otra cosa que sirviera, encontró unas joyas y un poco de oro, el cual se llevó.

Estaba cerrando el pasadizo secreto cuando escuchó unos ruidos en la parte superior de la casa, alguien estaba ahí, de seguro eran mortífagos, tendría que salir cuanto ante, pero no se podía aparecer, pues todas las casas mágicas tienen bloqueado ese tipo de magia. Como saldría de ese lugar, no lo podían encontrar, tenía que haber una forma, pero cual

De pronto se acordó que él se escapaba por una puerta que utilizaban los elfos para salir a comprar, estaba en la cocina, si pasaba cautelosamente no lo descubrirían. Aprovechó cuando se escuchó un gran estruendo, de seguro seguían buscando los documentos y las joyas; salió corriendo a la cocina, pero antes de entrar investigó si alguien estaba vigilando, y en efecto, pero estaba en la parte de afuera de la casa y la puerta trasera estaba abierta, tendría que esperar que ese mortifago se descuidara y poder ir a la pequeña puerta de los elfos.

En la parte superior un tipo le gritó al mortífago que estaba abajo

-Marthin sube, creo que encontramos algo

Draco se paralizó, lo descubrirían, pero vio un gran mueble caído que estaba cerca, se podría esconder ahí sin problemas, se fue acercando al lugar, pero cada ves escuchaba mas cerca los pasos de ese mortifago, quien murmuraba algo entre dientes que Draco no entendía. Draco caminó rápido pero cauteloso, hasta que se tiró bajo el mueble, Marthin le extrañó un ruido que le pareció escuchar, cuando se disponía a investigar se escucho otra ves la vos del tipo que estaba arriba

-¡¡¡apúrate!!! ¿Crees que tengo todo el tiempo he?

-ya voy, te escuché, no tienes porque apurarme

Así Marthin subió las escaleras pero sin dejar de mirar el living destruido de la casa.

Draco esperó un momento a que los pasos se perdieran en le segundo piso y salio lo mas rápido que pudo y haciendo el menor ruido posible, llegó a la cocina y se introdujo en la pequeña portezuela en la que cabía justo (agachado obviamente).

Así salió a un camino que se encontraba cerca de la casa, fue corriendo a los matorrales en donde se había aparecido unos minutos atrás y desapareció. Llegó a las cercanías de la madriguera y fue corriendo a ese lugar, dentro se encontraban los Weasley y su madre. Cuando entró todos lo quedaron mirando de forma extrañada, pues Draco traía una cara de preocupación que asustaba

-¿qué pasa cariño? ¿A dónde saliste tan temprano? –interrogó preocupada Narcisa

-a esto salí, mira, los mortífagos ya han destruido toda la casa buscándolos –draco sacó los documentos y los dejó encima de la mesa

-¿Cómo los encontraste?

-unas ves descubrí al papá cerrando un pasadizo secreto en su despacho, supuse que escondía cosas importantes ahí.

-¿y que documentos son esos? –preguntó la señora Molly

-algo que le servirá mucho a la orden, se lo aseguro

-¿me los dejas ver?

-si, solo son los nombres de los mortífagos y un mapa en donde se encuentran los horrocruxes, pero solo es la ubicación de dos de ellos

-bien eso nos será de gran ayuda, gracias Draco. Ahora quédense a almorzar y luego van a hacer lo que les pedí

-está bien –dijo Narcisa mirando a fijamente a Molly, pues cada ves le intrigaba mas el tipo de trabajos que tenían que hacer

Después de almorzar, Draco esperó a que su madre terminara de hablar con la señora Molly en el living, sentado en uno de los sillones frente a la chimenea. En ese tiempo pensó en todo lo que pasaba, y lo que tenía que hacer para que terminara esto luego, pero no pudo dejar de pensar en Hermione, y en todo lo que le dolía verla con Ron. Ese instante, Ginny bajaba las escaleras, y se dio cuenta en que Draco estaba de nuevo con esa cara melancólica, se acercó a él para preguntarle que le pasaba, pero antes de que le pudiera preguntar, este hecho a llorar sin consuelo alguno

-Draco ¿qué pasa? -le dice Ginny con un tono muy maternal

-es que no puedo aguantar… esto no lo puedo seguir aguantando –Draco apenas podía hablar, pues esa presión en el pecho no lo dejaba respirar si quiera, eran muchos los sentimientos mezclados que en esos momentos estaban dentro de él y lo atacaban constantemente –abrásame por favor

-si, ven, no te preocupes todo saldrá bien, ya veras

-no lo entiendes, pero no necesito que lo entiendas tampoco, solo quiero llorar, desahogarme

-¿quieres subir mejor? –Ginny sabía del orgullo de Draco, pues era obvio

-si, será mejor

Subieron los dos hasta el cuarto de Ginny, para que nadie molestara a Draco, este se tapaba la cara con las dos manos, pues no podía dejar de llorar

-ya Draco, aquí puedes llorar más tranquilo, para que te desahogues

-gracias… es todo lo que necesito en este momento. Espero que no le digas esto a los otros estúpidos

-no los trates así, pero no se los diré, no te preocupes… pero ¿qué te pasa? ¿por qué estas así?

-nada, solo quiero llorar

-es por Hermione, lo sé

-no te metas en donde no debes –Draco, a ratos, se tranquilizaba para poder responderle a Ginny. Era raro, nunca alguien se había preocupado de esa manera por él – ¿por qué te preocupas por mí?

-no quiero que en la orden hayan problemas tan tontos, tenemos que convivir mucho, además se lo que duele cuando alguien que quieres esta cerca, pero no lo puedes tener.

-lo dices por harry ¿verdad?

-si, pero no quiero hablar de eso –de pronto se oyó la puerta de la pieza que se abría

-¿Qué estas haciendo con él aquí en tu habitación ginny? –era Harry quien acababa de llegar

-solo hablábamos Potter, no te asuste, mejor encárgate de tus problemas –le contestó Draco después de limpiarse las lágrimas de la cara. Este empezó a caminar para irse, pues ya se había desahogado y se sentia mejor

-no te vayas, creo que el que sobra aquí soy yo –Harry estaba muy desilusionado de que Ginny estuviera con Draco, tal ves es mejor que él se distanciara de la nueva relación que nacía entre Draco y Ginny

- Potter, Potter. En verdad no entiendes lo que pasa, pero en fin, que más se le puede pedir a ti, que no entiendes lo que pasa a tu alrededor.

-tu no me hables, Malfoy

-yo me voy, gracias Ginny por escuchar, en verdad no te merecen, no sufras

Draco se fue para reflexionar en su padre, lo iría a ver como fuese a lugar, solo sabía que se encontraba bien, y él necesitaba hablarle con urgencia, solo necesitaba sus palabras.

-hijo, tenemos que irnos a las ruinas en donde estábamos, tenemos que averiguar sobre los familiares de voldemort

-solo si nos dejan ir a ver al papá, ya ha pasado tiempo y no nos han dejado ir a verlo, ya estoy cansado de esperar, y de escuchar que esta bien

-eso lo debes hablar con los de la orden, pero tenemos que partir la próxima semana –dijo Narcisa con mandato sobre Draco

-esta bien, después de la misión iremos a ver a papá, no me importa lo que digan los de la orden.

Draco solo quería hablar con su padre y olvidarse de Hermione, y todo ese lío, pero le costaba mucho, quizás esta misión le serviría para ocupar su mente en otra cosa.

¿Qué estaba pasando con él? Se sentía muy extraño en la situación que se encontraba, hablando con una Weasley, pensando en una sangre impura y ayudando a la orden del fénix, eso no era lo que esperaba, y no se sentía seguro de que fuese la mejor decisión, pero ya no había marcha atrás, solo eran estas dos alternativas, nada más, no existía otro bando, o otras personas con quien podría luchar.

Antes de irse a la casa en que se alojaba, habló con Ginny por lo que había pasado

-solo quería darte las gracias, y disculpas por las molestias –Draco de un tiempo hasta ahora estaba muy triste y cabizbajo

-solo lo es para que hagas bien tu trabajo, y porque se lo importante que es tener a alguien al lado cuando se sufre una pena del corazón

-ese potter no sabe lo que se está perdiendo por creerse héroe

-no me digas eso, es mucho peor que eso, cuando no podemos estar juntos solo por seguridad, pero se que cuando esto termine podremos estar juntos

-¿y si no termina?, eso no es excusa, si en verdad te quiere va a saber protegerte sin dañarte.

-gracias, te tienes que ir –Ginny quedó muy pensativa con las palabras de Draco –cuando quieras hablar, sabes que puedes contar conmigo

-si, adiós, y trata de estar con él, es mejor arrepentirse de las cosas que se hicieron y no de las que se dejaron de hacer

-chao, nos vemos

Draco se sentía muy seguro hablando con Ginny, a pesar que solo habían hablado esta vez, pero nadie como ella le había dado tanta confianza en tan poco tiempo, y en verdad le dolía ver que sufriera por el idiota de Harry. Draco fue al dormitorio en el cual dormía para descansar y pensar en la próxima misión, pues seria difícil.

Toda la forma de pensar y la visión hacia los demás de Draco había cambiado, pues lo que se encontraban siempre a su lado lo habían dejado solo en le instante que más los necesitaba, y los que siempre consideró de bajo perfil fueron los que le tendieron la mano sin problemas algunos, y Ginny, ella lo había ayudado más de lo que se pudiera imaginar, solo con escucharlo, sin verlo como alguien ajeno o superior, solo como alguien que se sentía mal, lo había ayudado mucho. Ya no valía la pena estar mal por Hermione, ella estaba feliz con Ron, y solo era una tentación como todas las otras, ya pasaría ese mal estar.

La misión que tenían que cumplir Draco y Narcisa era la prueba de fuego para ver si en verdad eran leales a la orden, pues podrían volver con los mortífagos o ser de la orden ya en forma definitiva. Eso ellos no lo sabían, pero era obvia la peligrosidad que esto significaba, pues los mortífagos tenían orden de matarlos por la información que podrían dar a los del ministerio, pero antes de matarlos tendrían que sacarles el recuerdo de los documentos. Esto era lo que preocupaba a Narcisa, pues tener a su marido en Azkaban ya era muy duro, pero ver a su hijo ser torturado, o que lo mataran, eso era peor y era algo que de solo imaginarlo dolía. Pero todo saldría bien, no los dejarían solos, estaba segura, menos a un niño como a Draco, pero él era el centro de los mortífagos.

Ya la hora de partir avía llegado, tenían que partir a las ruinas, Draco y Narcisa entrarían a ver en el piso de la casa si es que estaba unos pergaminos de Salazar Slytherin, eso lo haría Narcisa mientras Draco vigilaba adentro, el resto de la orden se dividiría en protegerlos afueras y la otra se quedaría en el cuartel por cualquier emergencia (entre ellos los más jóvenes)

Draco se sentía nervioso, algo pasaría esa noche, solo esperaba que no fuese algo malo, o que perjudique al resto de la orden. Ya no quería seguir con esto, lo atosigaba, solo quería que su padre estuviese libre y que todo volviera a la normalidad, pues tenía en claro que mucha gente lo estaba odiando, y por supuesto, que lo querían matar; pero el ya estaba seguro de la decisión tomada, pues en verdad era lo mejor.

-Draco te ves pálido –le habló Ginny acercándose para tocarle el rostro – ¿te sientes bien?

-si no te preocupes, es solo que esta noche es rara, y la misión no es nada fácil, espero que todo salga bien –a Draco se le notaba en la voz el nerviosismo y la ansiedad

-cuídate, recuerda que tienes una amiga aquí

-una amiga a la que no quiero ver sufrir, ¿Qué pasa con Harry? Ese idiota no se da cuenta que te esta haciendo daño

-no lo llames así, y sabes que es lo mejor que pudo haber hecho –la voz de Ginny no se escuchaba muy convencida de sus palabras

-solo hay una forma de saber si en verdad te quiere ese imbécil

-ya te he dicho que no…

No le pudo seguir reclamando a Draco, pues este ya le estaba dando un beso muy inesperado, justo cuando Harry entraba. Este se quedó pasmado, pues no podía creer lo que veía, Ginny y Draco besándose, después de que él la había dejado solo por su bien, pero que podía hacer, si ya no estaban juntos, y Ginny es muy hermosa, tiene todo el derecho de estar con otro, no hay motivo para que ella lo esperara hasta que todo esta guerra terminara, ya nada podía hacer.

Draco se marchó así, viendo la cara de tristeza de Harry y la de ira de Ron, pero no pudo ver a Hermione, ¿Qué habría sentido ella la verlos? Esa pregunta la debía responder al regresar, si es que regresaba…

Capítulo 8

Lucha entre uno

Ya era de noche, hace tres horas que vigilaban el lugar, no había personas cerca, más bien dicho, mortifagos cerca. El resto de la orden ya había llegado, una señal y empezarían con la misión.

De pronto vio una luz, tenían que proceder. Narcisa entro en el bosque en forma sigilosa, se aseguró que nadie estuviera cerca y llamó a Draco que entrara, rápidamente entraron en las ruinas, estaban más destruida que la última ves que la había visto. Buscó en le lugar en donde los de la orden creía que estarían los hechizos de Salazar Slytherin, tomó su varita y con un hechizo rompió las tablas, pero nada se encontraba debajo de ellas, hizo lo mismo pero en otro lugar, en donde las tablas del piso se rompieron, pero un circulo no lo hizo; lo había descubierto, eran los sortilegios de Slytherin, solo quedaba romper el hechizo que lo protegía, intentó con diluirlo, pero no funcionó.

De pronto se acordó de lo que le habían dicho los de la orden, que era muy posible que le tuviera que dar un tributo al hechizo que estuviera protegiendo esos pergaminos; se descubrió el antebrazo, tomo su varita y se hizo una herida, dejó caer la sangre en el lugar donde se encontraba las tablas sin romper, cuando la sangre toco el circulo este se habrió y salió un una caja de color verde la cual estaba cerrada con una figura de serpiente en color plata.

Mientras Draco guardaba la caja dentro de su capa, sintió una punzada en le antebrazo izquierdo, los mortifagos habían llegado, los de la orden tenían que defenderlos, tenía que salir de ese lugar lo más rápido posible. Los pensamientos atacaban la mente de Draco, lo único que tenía claro en ese momento era el que tenía que salir rápido con su madre, estaban en grave peligro. Al llegar a la salida pudo ver un destello de luz afuera en la entrada de las ruinas, en donde Narcisa estaba haciendo guardia, corrió hacia donde estaba ella y vio como un mortifago le estaba lanzando la maldición cruciatas pues era le mismísimo Snape, Draco le lanzó el hechizo de sectusempra, para distraerlo, Snape se dio cuenta de quien estaba ahí

-mi querido Draco, tanto tiempo sin verte –dijo Snape con un sarcasmo sin disimulo

-aléjate idiota, no tienes nada que hacer aquí –Draco le habló en forma muy despectiva

-niño, nunca me vas a poder ganar, ni la estúpida de tu madre lo pudo hacer, menos tu… que eres un niño mimado que no sabe valorar a las personas que te ayudan- snape miraba a Draco fijamente –ere un imbécil, ¿por qué crees que no te dejan hablar con tu padre? Es simple, no esta en azkaban, nadie sabe en donde esta, Lucyus Malfoy es una rata que lo primero que hace es escapar, tu padre no es un héroe de guerra como tu pensabas Draco

-en verdad estas loco, ansioso de poder, sé que mi padre no está en azkaban, nos protegen, no seas imbécil, ¿crees que dejarían a mi padre en Azkaban mientras lo mortifagos buscan la información que él posee?... sabía que eras idiota, pero nunca pensé que tanto

-¡¡cállate niñito, no tienes derecho de hablarme de esa forma!! –Snape estaba furioso por lo que dijo draco y sin pensarlo dos veces, le lanzó una maldición cruciatas, pero antes de que esta alcanzara a Draco, Narcisa se aventó contra Snape, lo que hizo que este soltara su varita. Draco aprovecho el momento para amarrar a Snape haciendo salir unas cuerdas de su varita, le dijo a su madre que se levantara para salir de ese lugar, pero su madre estaba muy débil.

-madre, apúrate –Draco ya estaba desesperado

-no puedo hijo, no te preocupes por mi ándate rápido, no te pude pasar nada, yo estaré bien, vete.

-no te dejaré, eso lo sabes, yo te ayudo –pero cuando draco se disponía a levantar a su madre, recibió cinco hechizos aturdidores por la espalda, lo que le hizo caer encima de su madre. A lo lejos solo se escuchaban gritos, y solo podía ver la imagen de Ginny y Hermione en su cabeza.

Capítulo 9

La historia sigue igual

Draco despertó a la salida del bosque, Harry estaba dejándolo en el suelo con cuidado.

Alrededor todo estaba en pie de guerra, salían rayos de colores por todos lados, gente gritando y el bosque incendiándose, Draco estaba desorientado, pero Lugo empezó a acordarse de todo lo que pasaba

-¿donde está mi madre? –preguntó Draco muy preocupado y tratando de levantarse

-la están llevando al hospital San Mungo, quedó muy débil, pero esta fuera de peligro, te lo aseguro –harry estaba muy serio

-¿qué paso? –Draco sequía un poco aturdido, y no recordaba lo que pasó en las ruinas

-te llegaron cinco hechizos aturdidores, te desmayaste, por eso estas tan desorientado

Draco se tranquilizó un poco, la cabeza le dolía mucho, pero los escritos estaban con él, aun sentía la caja en su túnica solo tenían que salir de ahí de inmediato, pero al parecer los mortifagos los habían descubierto y no los dejaban escapar. A cada momento la cabeza de draco le dolía más, y en el antebrazo le brillaba la marca tenebrosa, con una punzada fuerte.

-tenemos que ir a luchar Potter, ¿Qué estamos esperando? –Draco estaba muy débil, pero no podía dejar solo a los que le había ayudado

-¿eres estúpido? ¿Como quieres ir a luchar así?, te matarían en un instante, te tienes que quedar aquí, solo tenemos que esperar a que lleguen los otros de la orden a distraer a estos mortifagos, así podremos salir sin problemas

-esta bien, esperaremos a que lleguen los demás

De pronto, se vieron chispas de color rojo, lo que quería decir que el camino estaba despejado, tenían que salir rápidamente, antes de que los mortifagos se dieran cuenta. Harry tomó a Draco y lo ayudó a correr para salir de ese lugar y luego aparecerse en la madriguera.

Cuando se encontraron lejos del peligro Harry no pudo evitar preguntarle a Draco

-¿Qué tienes tu con Ginny?

-nada que te interese Potter –a Draco que le encantaba hacer sufrir lo más que pudiera a Harry

-bien, si son novios no hay problemas, sé cuando he perdido y cuando me tengo que retirar, solo era por curiosidad –Harry estaba muy afligido frente a Draco

-si lo quieres saber habla con Ginny, solo ella te puede aclarar tus dudas

-Vamos, tenemos que irnos, ya viene el resto de la orden.

Así llegaron a la madriguera antes de que los mortifagos lo atraparan, muchos quedaron agotados con el desgaste de energía, pues los mortifagos tenían una trampa, hace tiempo que sabían lo de los escritos de Slytherin, que solo era la construcción de Hogwarts y sus sortilegios

En la madriguera todos estaban muy asustados, por lo cual no habían muchos ánimos de hablar, solo por Hermione que estaba con Ron muy juntos abrazados dándose besos. Ya a Draco no le dolía tanto esa situación, pues ya era una costumbre verlos. Harry se acercó a Ginny, seguramente le preguntaría que pasaba entre él y ella, pensó Draco al verlos, de seguro serían una pareja más que se juntarán. Draco vio que se acercaba Nimphadora Tonks, y aprovechó para preguntarle cuando iría a ver a su padre, que ya estaba cansado de que no pudiera hablar con él. Al final pudo saber en donde estaba su padre para ir a verlo, pues lo habían sacado de Azkaban por la seguridad de este.

Después de tanto tiempo en que Draco trabajaba junto a la orden, se dio cuenta de que no muchas cosas habían cambiado, pues a voldemort le quedaba mucho tiempo antes de que pudieran derrotarlo, por lo cual se acostumbraría a estar junto a la orden. Pero en cambio pudo conocer a una confidente como Ginny, quien siempre lo escuchaba siempre que tuviera un problema, pero ¿habría servido todo lo hecho para que estuviera en paz? Era una pregunta que aun no tenía respuesta, pero que solo la sabría con el tiempo, no había otro camino.

Pero aun así no se sentía parte de la orden, Harry y Ginny volvían a estar juntos, lo único divertido para Draco fue la pelea que tuvo con Ron cuando este se enteró del beso que le había dado a Hermione.

Todo el mundo creía que él había cambiado, a ser como los buenos chicos de la orden, eso jamás, solo quería que su familia estuviera tranquila, y lo estaba consiguiendo, pues su padre y madre reencontraban a salvo.

La lucha no había terminado aun, y ya empezaba un año escolar, el último para Draco, pero definitivamente sería el más emocionante. En el expreso de Hogwarts ya con su túnica puesta y sentado en su compartimiento se le acercó Parkinson, pues siempre trataba de que Draco la besara

-¿Qué quieres? –pregunta Draco hastiado

-¿es verdad que ahora ere un chico bueno que lucha junto a al ministerio?

-eso es algo que a ti no te interesa

-solo te falta que seas muy buen amigo de Potter, para que termines siendo el mas patético de Hogwarts

-sabes que nunca me mezclaría de esa forma con esos tipos cariño, todo lo que hago es estrategia, no me importa nadie más que lo mío, se supone que me conoces

-bueno, esta bien… ¿vamos a comprar algunas golosinas?

-bien vamos

Mientras Draco se acercaba al carro de las golosinas, se topó con Ginny, quien también compraba en ese momento, junto a Harry

-miren los que están aquí, los patéticos Potter y Weasley chica

-Mlafoy, ten cuidado con lo que dices, ya debes haber aprendido a que no todo es como parece –le habló Harry a Draco mirándolo fijamente a los ojos y se marcho con Ginny de la mano, esta dio vuelta la cara y le guiñó un ojo

-¿que quiso decir ese Potter? –preguntó Parkinson a Draco muy extrañada

-nada, importante, es algo que ya he entendido… vamos al compartimiento mejor, al fin y al cabo, todo sigue igual…

fin