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martes, 25 de octubre de 2011

¿En qué país nos hemos convertido?

Después de seis meses de movilizaciones, donde se ve un gobierno que no quiere entender que no estamos en una monarquía absoluta y por ende no pueden pasar a llevar a los otros poderes del estado o pasar a llevar a su nación con decisiones ideológica que no tiene fundamentos en la actualidad o en un proyecto sustentable para una nación (si para toda una nación te apoye o no); después de tantas declaraciones de políticos sin ética salta una pregunta ¿En que país nos hemos convertido?
En estos momentos pienso que la ética y la convicción es un don de algunos pocos, a estas alturas me pregunto ¿cómo no les va a importar a los de derecha que no están instaurando un proyecto país? independiente de que yo esté de acuerdo con éste, pero los partidos políticos como agrupaciones ideológicas de personas dispuestas a instaurar políticas de estado que representen la idiosincrasia de esta nación y que sean representativas de dicha ideología pero sobre todo que represente al pueblo no hacen su pega.
La Concertación después de 20 años no fue capaz de instaurar un nuevo proyecto político para Chile, lo único que hizo fue dejar las cosas tranquilas con la derecha por miedo del golpe militar y acomodarse en un sistema en donde salían ganando sin importar que eso no va con con un ideal que tanto profesaran y que terminó matando la organización social y criando una generación conformista y desconfiada de lo público. La instauración de que lo público es malo y lo privado es bueno, hay que decir que ha sido la mejor jugada de la derecha, es un pensamiento que no se ha podido borrar de la colectividad y que es difícil de cambiar, pero así y todo la derecha tampoco ha hecho un proyecto país, podemos ver que la derecha no tiene una convicción en sus ideales, como por una parte defienden la propiedad privada y por detrás se cagan entre ellos (sólo por dar un ejemplo) y también otras actitudes que hacen que la derecha internacional no reconozca a la derecha chilena. También en Chile tenemos la izquierda extra parlamentaria, representada (o más bien la que más hace ruido) por el Partido Comunista que tampoco presenta un proyecto país de izquierda que esté de acuerdo con la idiosincrasia de esta nación, solo saben refugiarse en que fueron las víctimas, está bien, efectivamente aún no hay justicia contra los que hicieron el golpe militar, pero eso no impide que hagan su pega como agrupación política; y ahora, ahora Tellier consiguió lo que quería, tener cabida en el congreso, a costa de negociaciones con los que siempre dijeron que eran unos vendidos y que ahora quieren volver a unirse y ojalá ser parte de la Concertación; en fin el Partido Comunista tienen los parlamentarios que querían, pero ¿que proyecto han sacado? ¿en que han influido dentro del Congreso? en nada, ya que desde un principio no tenían un proyecto el cual resguardar o con el cual negociar, querían puestos en el senado, tienen puestos en el senado y ahora, ¿qué? así estamos con los Comunistas.
En que nos hemos convertido, a claras luces cada colectividad de este país ha conseguido lo que más le conviene a ellos, pero a hay un país que sigue solo, que mientras los grandes poderes del estado se sacan los dientes y tratan de sacar una tajada a su conveniencia de lo que sea (esto no es solo dinero, es figurar, ganar un título o simplemente pasar sin tener que hacer nada) los que somos del pueblo tenemos que buscar un país que esta perdido sin un proyecto claro, y luchar contra un pensamiento instaurado en nuestra sociedad desde que Chile es Chile " de que me sirve las votaciones, total yo voy a seguir igual" "de que sirve mi opinión, ellos se van a quedar igual donde están" desde que somos unos esclavos mestizos hasta ahora, eso no ha cambiado nada, desde que somos una colonia española hasta ahora hemos visto como los criollos se arreglan el cuento entre ellos mientras nosotros seguimos en la miseria, miseria de pobreza, miseria de pensamiento, miseria de ideología, miseria de persona como tal.
A donde tenemos que llegar para darnos cuenta que nosotros somos dueños de Chile y que las grandes cúpulas políticas no son nadas sin nosotros, hasta cuando se van a dar cuenta que son los mandatarios los que nos deben temer y no al revés. Cuanta sangre se tiene que derramar para avanzar a un mejor país.
La historia del cuerpo parece que puede más que todos nosotros