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miércoles, 27 de enero de 2010

Termina al Atardecer

-¿Hace cuanto que estas a mi lado? -le preguntó casi durmiendo en su cama a Jorge que se encontraba en un colchón improvisado en el suelo
-No estoy a tu lado ¿no ves que estoy en el suelo? duerme mejor, no debiste beber esas copas -Jorge se dio media vuelta y susurrando contesto -desde que te conosco.
Amelia siempre metida en su mundo nunca se daba cuenta de las pretenciones de las otras personas, siempre preocupada de sus achaques, de no dañar a los demás como lo había hecho su padre con su enfermedad, que lamentablemente la consumia a ella también. Una niña hermosa, hermosa solo porque lo era, sin más; pero nunca dejó que la estremeciera una caricia, una muestra de cariño.
Jorge la conoció en el hospital, él hacia terapia para las personas que salían de alta en cuadros depresivos; había sido el tercer intento de suicidio de Amelia. Pero para él era un angel, la niña más hermosa, solo porque lo era. Así empezó una amistada de complicidad entre los dos, siemrpe juntos, pero para Amelia nunca fue nada más, no podía entender que alguien la pudiera querer de tal forma, que solo estando a su lado lo llenaba, que no importaba lo que hubiera pasado en el día, solo con verla a ella el día se hacía bueno, Jorge estaba tan enamorado de ella que solo le importaba su felicidad, pero Amelia no podía verlo, solo veía que ella no era lo suficiente para este mundo.
La noche paso rápida, como siempre que Jorge se quedaba con ella cuando no podía dormir por culpa de sus fantasmas, y ella al despertar vuelve a preguntar
-¿Hace cuanto que estas a mi lado?
-¿es que acaso no te has dado cuenta? -Jorge se para de su cama para sentarce junto a Amelia -siempre he estado aquí, contigo, siempre
-si siempre has estado aquí Jorge, como tu dices ¿cómo es que no puedo verte? eres mi amigo, y te quiero demaciado, pero no puedo acercarme a ti
Jorge se paro y le dio un beso en los labios, como tantas veces lo había hecho en sus sueños, pero el final cambió. Amelia se alejó de él y lo último que alcanzó a escucharle fue "no te quiero dañar"
Ese día se tiñió con la sangre de Amelia otra ves, justo cuando el último rayo de sol tiñe las fronteras más lejanas, pero esta ves no estaba Jorge a su lado y fue la primra ves que Amelia sentia que podía verlo, pero ya era tarde, la vida ya se le había escapado junto con Jorge esa mañana.
Jorge nunca más volvió a su casa, las últimas palabras de Amelia habían causado lo contrario a sus significado, entraron como las dagas más afiladas en él y junto con el último rayo de sol, el que tiñe de rojo las fronteras más lejanas sus últimos latidos se undieron en el río que quedaba camino a las afueras de la ciudad en donde lo último que oyo fue "no te quiero dañar"

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